Bergen, 8:00 a.m.

Café + croissant en el Seven Eleven, justo enfrente del hotel.

Oye, pues que queréis que os diga… tanto el café como el croissant estaban de primera. ¡Mejor que en Francia!, y acto seguido, entramos al “súper” que hay al lado yo nos hacemos con unos bollitos de pan, que tenían muy buena pinta, y con algo de fruta para el camino. El resto lo llevamos dentro del petate. No debería decirlo pero Pere ha traído toda una serie de delicatesen preparadas por su charcutero de confianza. Vamos…. Auténtico “Spanish Iberian”… También nos hemos traídos dos botellitas de Aceite de Oliva Virgen Extra (con mayúsculas)…No digo más….

Madre mía, qué día hace hoy ¡otra vez!
Un sol espléndido nos da la bienvenida en la carretera E-16 que nos lleva por la orilla del fiordo de Sor y no podemos resistirnos a parar para hacer una fotos.

Y es que aquí, cuando sale el sol, se encienden los colores y todo brilla con luz propia. Los diferentes verdes de los campos se mezclan con los azules del agua del fiordo y con los celestes del cielo al tiempo que las montañas muestran el blanco brillante de los neveros que se resisten todavía a fundirse con el calor del verano noruego.

Seguimos ruta avanzando por la maravillosa E-16. Digo esto porque bromeamos acerca de que Pere ha debido llamar al ministro de fomento noruego para avisar de nuestra presencia por estos lares y este ha ordenado asfaltar con el mejor y más negro material disponible toda nuestra ruta. Y además recién pintado. ¡Cómo se nota que tienes manga Pere!

Rodando por las orillas del “Bolstadfjorden, comenzamos a encontrarnos con innumerables cascadas de agua que se precipitan desde lo alto de las montañas en caídas absolutamente verticales lo que provoca un espectáculo digno de los mejores relatos de Sir Arthur Conan Doyle. ¡Qué pasada amigo! “…estoy seguro que mi Quique sabría sacarles el jugo a estos torrentes de agua…” Nosotros nos conformamos con fotografiarlos y quedar boquiabiertos con el espectáculo.

Otra cuestión que nos llama la atención son las infraestructuras de este país. Son sencillamente magníficas. Y es que gracias a ellas, nos movemos (nosotros y todo el mundo) con suma facilidad por una orografía realmente complicada. Una muestra evidente son los cientos de túneles que atraviesan las montañas de roca para facilitar el movimiento de personas y mercancías por todo el país. Es difícil hacerse a la idea de lo que esto supone para Noruega y sus habitantes. Como muestra, nosotros hoy hemos atravesado el túnel de Laerdals con sus 24,500 Km de longitud. Algo así como ir de Guadalajara a Alcalá de Henares…. ¡¡¡por un túnel!!! Es difícil imaginar si no lo ves con tus propios ojos.

En otro momento hablaremos de los barcos que cruzan los innumerables fiordos transportando diariamente mercancías y personas, con sus vehículos caro está. Eso es algo igualmente digno de admiración.

Continuamos ruta hacia “Borgund”, donde nos espera otro de los hitos del día de hoy: Su Iglesia de Madera. Un antiguo templo del tipo stavkirke. Su construcción data de finales del siglo XII y es una auténtica maravilla perfectamente conservada. Nos ha llamado mucho la atención su característico techo de escalonamiento séxtuplo con decoración en forma de cabezas de dragones. Junto a ella, su “campo santo” sobre una pradera de un verde intenso, algo característico en la practica totalidad de las iglesias que nos vamos encontrando por el camino. De nuevo nos vamos llevándonos un gran sabor de boca por la belleza de todo lo descubierto aquí.

Continuamos nuestra ruta atravesando más y más fiordos. Laerdalsfjorden, Sogne fjorden, Eidsfjorden, Fjaerdlandsfjorden, Kjonesfjorden…. Solo puedo decir que estamos abrumados por la bella majestuosidad del paisaje, y no exageramos ni lo más mínimo. En la salida de cada curva o de cada túnel, volvemos a sorprendernos con lo que ven nuestros ojos. Jamás hemos visto una naturaleza tan bonita y espectacular al mismo tiempo. La “meteo” favorable se encarga de ensalzarlo aún más si cabe. Sólo hay que ver las fotos de esta crónica.

Tras una ruta de alrededor de 450 km. Llegamos al camping donde nos espera una acogedora y coqueta cabaña que será nuestro hogar por esta noche.

Bueno, os dejamos por hoy, que aún hemos de hacer la colada y la cena, jeje….

Ya con nuestros estómagos satisfechos, iremos cogiendo el sueño reviviendo todo lo que nuestras retinas han visto hoy. Seguro que soñamos con grandes hazañas que transcurren por los azules fiordos y sus carreteras.

“Hasta mañana compañero, que duermas bien”
“Igualmente amigo mío”

mapa de la ruta