¡Pues si amigos!
Ha sonado el despertador a las 4:45 a.m. y hemos saltado de la cama como resortes. ¿Por qué será?…

Tras un desayuno fugaz (a estas horas no podemos pedir mucho más), volvemos a nuestro procedimiento mañanero para pertrechar las motos. Parece mentira pero se va alrededor de media hora en tener todo a punto para iniciar la marcha y, una vez finalizado el procedimiento, salimos dirección a la terminal del Ferry para embarcar rumbo a Bergen.

Se trata de una travesía de unas seis horas y media en Barco.
Podríamos haber realizado esta ruta en moto pero, tras estudiar las opciones, nos decantamos por hacerlo así ya que de este modo, además de tomarnos un día de descanso de moto, podemos llegar a Bergen a las 12:30 de la mañana, lo que nos permitirá tener casi todo el día para pasear por esta bonita y turística ciudad noruega.

La travesía en barco ha sido realmente interesante. En un principio pensábamos que trascurriría en su mayoría por el Mar del Norte pero no ha sido así. El buque comenzó saliendo a alta mar para mostrarnos una imponente plataforma petrolífera pero en realidad ha navegado mayoritariamente por los fiordos de esta zona, lo que nos ha dejado espectaculares vistas para deleitarnos y hacer la travesía muy entretenida. Como muestra, las fotos de esta crónica.

Unos minutos antes de llegar, se oye por megafonía la llamada a todos los que llevamos nuestros vehículos en la bodega para que nos apresuremos a prepararlos y hacer el desembarco más rápido y ordenado, así que acudimos prestos a “soltar nuestras amarras” y bajar a tierra.

Llegamos a Bergen con una temperatura inusual para estas latitudes.

“…¡¡¡Qué suerte Pere!!! …”, “… ¡¡¡ya te digo Mario, así es Noruega!!!, jajaja…”

Por lo que hemos podido ver, Bergen es una ciudad encantadora y llena de detalles que reflejan su historia pasada y reciente. No la conocemos pero seguro que merecería la pena hacerlo… Por lo pronto, hemos paseado tranquilamente toda la tarde por sus bonitas plazas, sus verdes parques llenos de vida y su imponente puerto donde conviven espectaculares cruceros con yates de todos los tamaños, incluso vimos un buque escuela de la Armada Noruega que nos ha recordado a nuestro “Juan Sebastián El Cano” y también hemos tenido tiempo de disfrutar de alguna de sus terrazas y del animado ambiente como “aperitivo” del Fish Market, donde cenamos un rico pescadito noruego acompañado de cerveza hecha con agua de lluvia de Bergen, ¡Qué cosas!

Casi sin darnos cuenta, se nos ha escapado el día.
Y es que cuando se está a gusto, las horas son sólo como minutos ¿verdad?

Parece pronto para irse a dormir, pero si miras el reloj te das cuenta que en España ya es de noche. Aquí la luz tiene horarios diferentes.

“…¿Te parece si nos recogemos?…”
“…Pues si. Buena idea. Mañana tenemos mucha tela que cortar…”

mapa de la ruta