Etapa 15 – Nordkapp. ¡Por fin en Cabo Norte!

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Etapa 15 – Nordkapp. ¡Por fin en Cabo Norte!

¡Hoy es el día con el que siempre soñamos!

8 de julio de 2017, 4:30 a.m.

Suena el despertador y saltamos como dos resortes.

Aún estamos dormidos pero nos asomamos por el ojo de buey de nuestro camarote y vemos que el sol brilla sobre un cielo tan azul como el mar por el que nos deslizamos. Nos miramos con los ojos aún hinchados y un escalofrío recorre nuestros cuerpos de arriba abajo. Hoy es el gran día, ¡Por fin llegaremos a Cabo Norte!

Emoción, emoción y emoción a raudales.
No sabemos cómo explicarlo… ¿Te acuerdas de la mañana del seis de enero cuando tenías seis años?… pues es lo más parecido a eso.

Nos asomamos a la cubierta del barco porque en apenas 20 minutos llegamos y queremos ver la maniobra de atraque en el puerto de Hammerfest. Es una maravilla ver cómo maniobran estos buques. El mar parece una balsa de aceite. Yo nunca había visto el mar tan calmado, aunque dice Pere que se parece a “Las Calmas de Enero” de la bahía de Palma… Desde luego, contrasta con los nervios que tenemos nosotros. ¡Ya estamos deseando llegar para ponernos en marcha!

Bajamos rápidamente a las bodegas para preparar las motos pero aún hemos de esperar a que abran las compuertas del garaje. Son los 5 minutos más largos de todo el viaje.

 Por fin desembarcamos
Apenas son las 6:00 de la mañana y hemos de repostar lo primero. Tenemos algo más de 200 km por delante y no queremos que nada quede al azar, así que llenamos nuestros depósitos en la gasolinera que hay junto al puerto y, ahora si, ¡en marcha!

Tras casi 6.000 kilómetros recorridos hasta aquí, los últimos 200 hasta nuestro objetivo se hacen verdaderamente increíbles puesto que la conjunción entre la carretera, lo temprano de la hora, el día soleado y la sucesión de curvas enlazadas (y sin nada de tráfico) que hasta ahora no habíamos encontrado hacen, de este último tramo una experiencia que jamás olvidaremos.

No Seremos los únicos… Vemos llegar un gran crucero por las calmadas aguas del fiordo con destino Honningsvåg, el cual va a “descargar” una multitud alocada de turistas ansiosos de llegar a nuestro mismo destino. Así que, una vez más… ¡a correr tocan!

Salimos zumbando y los últimos 30 kilómetros de la E-69 fueron los más espectaculares de todos. Una preciosa sucesión de curvas como si fuéramos subiendo y bajando puertos de montaña. Nos llamó mucho la atención la escasa vegetación de La Tundra Ártica. Aquí los inviernos deben ser un poquillo más frios que en Guada o Mallorca, jeje…

Giramos la última curva y ante nosotros aparece la inmensidad del Océano y en la punta del acantilado, el icono más buscado de cualquier moto-turista. LA BOLA DE ACERO DE NORDKAPP.

Llevamos nuestras motos justo hasta el pie del monumento.

La emoción nos invade, los recuerdos se agolpan en nuestras mentes y casi no podemos articular palabra. Nos fundimos en un abrazo que no tiene fin.

¡¡¡Lo hemos conseguido!!!…¡¡¡Aquí estamos por fin después de tantos años soñando con este momento!!!

Tas la euforia de los primeros instantes, nos invade cierta melancolía pensando en las personas con las que nos gustaría compartir este momento, empezando por nuestras familias, ya que sin su apoyo esto no habría sido posible. Han estado realmente viajando con nosotros todos estos días.

También nos acordamos de TODOS los amigos moteros: Las Cabras, los compañeros de rutas, los compañeros del trabajo, los moteros del foro, y en especial de MIKI, ¡va por ti compañero!

Pasamos alrededor de un par de horas recorriendo el lugar, paseando, haciendo fotos y empapándonos de las sensaciones del momento. Mencionar el bonito monumento de Barn Av Jorden situado señalando al Océano infinito.

Ya de regreso, hacemos parada en el Ártico Ice Bar de Honningsvåg, el cual es regentado y atendido por españoles, donde disfrutamos de unos chupitos sin alcohol, dentro de un auténtico congelador. Merece la pena ver el vídeo de cómo se hace anualmente.

El día nos sigue deparando sorpresas, al fin aparecen ante nosotros los primeros renos y podemos certificar que no es un truco de marketing de los noruegos para atraer al turismo. Efectivamente aquí están.

 

Continuamos ruta hasta nuestro destino de descanso en Karasjok,

Tratamos de sortear como podemos una incesante lluvia de voraces mosquitos cuando aparcamos las motos en la puerta del hotel. ¡Vaya recibimiento!

Una vez instalados, preguntamos por algún lugar cercano para ir a cenar y nos aconsejan un restaurante Sami que se encuentra en las inmediaciones, dentro del mismo bosque en el que está nuestro alojamiento de hoy.

Nos ha sorprendido que se trata de una construcción realizada con métodos ancestrales a base de madera y bajo un gran manto de tierra. Cenamos, como no, una sabrosa carne de reno a la vez que nos “ahumamos” puesto que había siete hogueras encendidas en el interior. Una por cada estancia del restaurante.

 

Volvemos al hotel. Hoy ha sido un día muy especial y lleno de emociones. ¡Cuantas cosas en un solo día!
Ahora ya estamos tranquilos y relajados. Aún no somos totalmente conscientes de lo que hemos hecho pero tenemos una sensación de plenitud como aficionados a los viajes en moto que nunca antes habíamos experimentado. Los momentos de felicidad es lo que nos llevamos. Es por lo que vale la pena todo.

“…Hoy seguro que soñamos de nuevo con “La Bola” compañero…”
“…Si, a dormir y a soñar, aunque ahora ya es realidad …”

mapa de la ruta

Mario

Mario

3 Comments

  • Ana

    SUEÑO CUMPLIDO!!!!!⭐️✨Que emoción más grande!!!! ENHORABUENA CHICOS!!!! seguiremos viajando con vosotros hasta que estéis en la puerta de casa. Mil besos y muchas Felicidades!!!!!

    11 julio, 2017 at 00:59
  • carmen

    Bueno enhorabuena chavales..sueño cumplido. Mil besos y gracias por compartirlo, a seguir disfrutando del viaje.

    11 julio, 2017 at 07:46
  • Miky

    Enhorabuena CAMPEONES!!!
    Sois los más grandes, me emociona saber que lo habéis conseguido..
    Gracias por acordaros siempre de mí..
    Buen viaje chavales.

    11 julio, 2017 at 22:38
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